Y de postre, Panna Cotta

A nadie le amarga un dulce. Es más, el dulce es la sal de la vida por muy incongruente que parezca. El broche a una comida en familia o con amigos se cierra con un buen postre. Siempre hay que dejar sitio para el postre. Y si se trata de un postre italiano, más aún. ¿Apetece una panna cotta?
Es el postre típico de la región italiana de Piamonte. La “nata cocida” nació en la región de las Langhe, situada al sureste de Turín, a principios del siglo XIX. Cuenta la leyenda que en aquella época había excedente de leche y una mujer de origen húngaro decidió aprovecharlo creando este delicioso postre.
Se elabora a base de nata, leche, azúcar y gelatina adornado con mermelada de frutos rojos (fresas, moras, frambuesas). Puede que la panna cotta recuerde al flan pero su textura es más gelatinosa porque se cuaja con gelatina. La magnitud y el sabor de este postre le ha llevado a su expansión internacional y ha dado lugar a variaciones como la bavaroise (crema bávara) o el parfait (sorbete de crema de leche).
La Panna Cotta es la magia del norte de Italia. Afortunadamente, no tendrás que desplazarte hasta el país de la bota para probarla. En Trastevere la servimos junto a otros postres italianos. ¿Vienes a probarlos?